Las mejores películas de suspense de Fernando Soto
Hoy te presentamos las mejores películas de Fernando Soto. Si eres un gran cinéfilo, de bien seguro que conocerás la mayoría de ellas, pero esperamos decubrirte alguna película que aún no hayas visto... ¡y que te encante! Vamos allá con las mejores películas de Fernando Soto.
Celda 211
7,6/10
El día previo a la incorporación oficial en su nuevo destino como funcionario de prisiones, Juan se ve atrapado en un motín carcelario. Haciéndose pasar por un preso más, luchará por salvar su vida al tiempo que trata de poner fin a la revuelta. Tendrá que jugársela a base de astucia, engaños y riesgo. Pero aún no sabe qué otra encerrona le depara el destino…
The Informant
6,3/10
Marc Duval, un francés expatriado en Gibraltar, trabaja como un agente infiltrado para las aduanas francesas. Poco a poco va ganándose la confianza de Claudio Lanfredi, un importante traficante de cocaína colombiano. Cuanto más a fondo entra en el mundo del narcotráfico, más riesgos corre, pero también descubre el lujo, el poder y el dinero fácil.
Balada triste de trompeta
6,5/10
Arranca en 1937, con los monos de un circo aullando dentro de su jaula mientras en el exterior otro circo, el de la Guerra Civil, sigue su curso. El payaso tonto, reclutado a la fuerza por los milicianos, perpetra una carnicería en el bando nacional sin abandonar su disfraz. Así arranca esta historia en la que Javier y Sergio, dos terroríficos y desfigurados payasos, se enfrentan a muerte por el ambiguo amor de una bailarina
Asesinato en la Universidad
5,7/10
La historiadora Lara Cabanes (Leonor Watling) investiga el asesinato, ocurrido en el siglo XVI en extrañas circunstancias, de Antonio de Román, un catedrático y fraile agustino, maestro de un grupo de estudiantes ávidos de conocimiento liderados por el novicio Luis de León (Patrick Criado). Cabanes se sumerge en una época en la que la Universidad de Salamanca era lugar de ardientes debates, así como de intrigas entre profesores y órdenes religiosas, especialmente los agustinos y los dominicos, que podían llegar a dirimirse en los tribunales de la Santa Inquisición.
