Cuando se encuentra a un trabajador asesinado en el lado de la construcción, la investigación cambia rápidamente de lo criminal a las circunstancias políticas que rodean al edificio en sí. Se considera que la corrupción generalizada y la negligencia del propio constructor han provocado la situación. Gran parte de la película está filmada con cámaras de mano, y la mayor parte del diálogo está en el dialecto español difícil de entender y muy vulgar de los albañiles de la Ciudad de México.
Eduardo viaja por negocios a una provincia, acompañado de su amante. Al regresar (sin la amante y con una fuerte suma de dinero) sufre un percance y es auxiliado por cuatro campesinos que le solicitan a cambio ser llevados a la ciudad. El viaje con los campesinos prueba ser de gran tensión para Eduardo, que se pone cada vez más paranoico de ellos.
Adaptación de cinco historias escritas por Pedro F. Miret, a cargo de cinco jóvenes directores graduados del CUEC y del CCC: En ella aparecen vecinos abusivos, caballeros-tigre, extraterrestres, asesinatos en una sala de cine y la destrucción de un automóvil por parte de los vecinos de una colonia. Todas las historias centran el tema de la violencia, agresión e incluso el desquiciamiento