Las mejores comedias de Valerie Perrine

El ejecutivo de publicidad Nick Marshall es un arrogante machista, pero ¿qué pasa con un hombre machista, cuando de repente escucha lo que piensan las mujeres? Nick no consiguió un ascenso que daba por seguro, porque se lo dieron a una mujer: Darcy. Pero después de un accidente, es capaz de oír los pensamientos de las mujeres, y utiliza este talento para trabajar contra Darcy, su nueva jefa.

Popular comedia de los años ochenta que tiene como eje central una frenética carrera de coches. Varios personajes se reúnen para competir en una importante carrera automovilística transcontinental denominada Cannonball. El motivo de la carrera es atravesar de costa a costa los Estados Unidos, y no existe ningún tipo de reglas ni normas. Los concursantes harán todo lo posible para ganar la competición, y utilizarán toda clase de trucos para acabar con sus contrincantes.

Dickie Roberts es un hombre de 35 años que, cuando era niño, era una gran estrella de la televisión, protagonista de un show que veían 50 millones de norteamericanos. Ahora Dickie trabaja como limpiacoches, y está desesperado por conseguir una audición para un gran papel que podría revitalizar su carrera. El problema es que el papel consiste en interpretar a un tipo "normal", y Dickie es cualquier cosa menos normal...

La idílica existencia de un diplomático en una nación de las islas antillanas se transforma en el caos, cuando una empresa de perforación encuentra una enorme fuente de agua mineral natural.

Película hecha para el lucimiento personal del cómico italiano Terence Hill, con la que trató de hacerse un hueco en el mercado norteamericano. Fue un fracaso de taquilla

Andy (Jeff Bridges) está divorciado de su esposa, quien se ha casado con un tipo agradable y millonario. La esposa lo ha dejado llevándose al hijo adolescente, que está encantado con su nueva vida, sin dejar de querer a su padre. Pero Andy no puede evitar sentirse un fracasado, y poca cosa al lado del padrastro del chico; quiere que su hijo esté orgulloso de él. Andy vive en un pueblito estadounidense, de ésos en los que nada pasa, y en dónde todos se conocen y son amigos. Él se pone a pensar en un plan que lo haga valer a los ojos de su ex-familia y, al reflexionar sobre el hecho de que todo lo que se anuncia y se vende es sexo, sexo y más sexo, se le ocurre que sería una buena idea producir una película porno amateur allí mismo, en el pueblo, involucrando a todos los vecinos.

Con “El jinete eléctrico”, Sidney Pollack realiza, sin decirlo, su reinterpretación del género western en el personaje protagonista, interpretado por Robert Redford, un antaño reputado jinete que, porque el western ya no es lo que era, es ahora una herramienta publicitaria. Pertrechado de un traje lleno de luces de neón y diodos LED, monta a un caballo que cuesta una docena de millones de dólares.

La consentida Jessie Montgomery, cuya conducta salvaje y excesos de gastos causan que su bien intencionado pero exasperado padre millonario Charles desearía nunca haberla tenido, es visitada por la hada madrina Stella. En un esfuerzo por salvar a Jessie, Stella lanza un hechizo que hace que Charles ya no tenga una hija. Jessie, ahora sin un centavo y sin un amigo, debe tomar el trabajo de una criada para ganarse la vida, y con suerte para aprender su lección.

Un DJ y compositor de Nueva York, Jack Morell (Steve Guttenberg) necesita conseguir una gran oportunidad para lograr que su música sea escuchada y así obtener una contrato de grabación. Pero con ayuda de su compañera, una ex supermodelo (Valerie Perrine) y un irritante abogado de impuestos (el campeón olímpico Bruce Jenner), reúnen a un peculiar grupo de seis cantantes traídos del vecindario Greenwich Village para una singular aventura de los 80 con diversión, fantasía y toda la fiebre de las Discos... Biografia libre que recrea la creación del grupo “Village People”.