Las mejores películas de Marshall Allman

Devastado por un fallo en una operación, el negociador de rehenes de la Policía de Los Ángeles Jeff Talley (Bruce Willis) se marcha de la ciudad y se va a vivir con su mujer e hija a una pequeña población en el tranquilo condado de Ventura. Un año después, se deberá volver a enfrentar a otro difícil caso de secuestro con rehenes...

En una cafetería de Los Ángeles se produce un tiroteo en el que sobreviven varias personas, ninguna se conoce entre sí. Tras el suceso, se crea un vínculo entre todos ellos que cambiará por completo la vida que llevaban hasta ese extraño día.

Un agente de policía lidia con la muerte de su madre al dar un emocionante discurso en su funeral.

El terror se adueña de un pequeño pueblo al pie de las montañas cuando una serie de cadáveres son descubiertos tras la luna llena. Tras perder a su hija adolescente, incapaz de dormir y al cuidado de su padre enfermo, el oficial Marshall lucha para recordar cada día que no existe tal cosa como eso que llaman "hombres-lobo".

Casi un año después del brutal asesinato de una joven del pueblo, aún sin resolver, aparece un muchacho desnudo cubierto de sangre a las puertas de la oficina del sheriff de Shallow Valley. Gotas de sangre fresca siguen goteando de un misterioso cuchillo que el muchacho sujeta firmemente en su mano. El mismo cuchillo que Jack intentó arrebatar de las manos del asesino de la joven hace ahora doce meses

Cuando Stan vuela a Austin con el corazón destrozado durante un fin de semana con la esperanza de encontrarse "accidentalmente" con su ex-novia Cathy, se encuentra con sus mejores amigos Jeff y Kara. (FILMAFFINITY)

Don es un estudiante de segundo año en la Universidad de Texas que trata de escapar del control religioso buscando una nueva vida en el Pacific Northwest, el campus más ateo de América.

Dory (Marshall Allmann), un joven programador que está experimentando una crisis de fe, es despedido de su empleo bien remunerado y debe aceptar un trabajo como conserje limpiando lavabos. Sin saberlo, Dory termina siendo objeto de un extraño experimento con unas deliciosas y adictivas galletas que, al comerlas, se calientan en nuestra boca como si acabaran de salir del horno. Resulta que las galletas provocan visiones espectaculares, salvajes cambios de humor, y algo parecido a embarazos en los conserjes masculinos. Los hombres deben permanecer juntos para convertirse en matronas uno de otro y dar a luz un pequeño, precioso pez azul de inmaculada concepción. (FILMAFFINITY)