Las mejores películas de crimen de Frank Lovejoy

Roy Collins y Gilbert Bowen, ambos de mediana edad, dejan atrás la gran ciudad para dirigirse por carretera hacia México. A varios kilómetros de la frontera que separa México de los Estados Unidos, el conductor Roy acepta la proposición de su compañero Gilbert para que lleven en el asiento de detrás del automóvil a un autoestopista llamado Emmett Myers. De la cordialidad inicial se pasa a un estado de tensión creciente cuando Roy y Gilbert, después de ser protagonistas de un macabro juego que a punto ha podido suponer la muerte del primero, se dan cuenta que se encuentran ante un auténtico sádico, un psicópata que está sembrando el pánico entre los conductores de este tramo de carretera fronterizo.

Julie Benton vive atemorizada, bajo la constante amenaza de su actual marido, un hombre de personalidad psicópata y obsesiva. Además pronto descubrirá que fue él el que asesinó a su primer marido, haciendo creer a todo el mundo que había sido un suicidio.

Un padre de familia en paro, acuciado por las necesidades económicas, conoce a un individuo que le propone ser su chófer en pequeños atracos. Todo se complica cuando se ve envuelto en un secuestro.

John Merrick (Frank Lovejoy) dirige un sindicato de corredores de apuestas. El periódico local ha iniciado una cruzada contra él y su organización, fundamentalmente porque Merrick está enamorado de Felice Stuart (Joan Weldon), hija del editor del periódico, quien no ha logrado romper el romance entre ambos. Ante las continuas denuncias del diario, una comisión del Senado comienza a investigar los negocios de Merrick y de la organización, así que deciden asesinar al periodista. El hijo de Merrick, ignorante hasta ese momento de los asuntos de su padre, no puede aguantar la situación...

En una cafetería aislada, cerca del mar, viven George, el sarcástico dueño; Slob, el potencialmente violento cocinero; y Kotty, la camarera sensual que atrae a todos los hombres. Más un cliente ocasional y "Profesor Sam", el novio de Kotty, que vive en un laboratorio experimental cercano. Y algo ocurre bajo la superficie de las emociones potencialmente explosivas: secretos nucleares que son contrabandeados fuera del país.