Las mejores películas de Asaka Seto

Light Yagami es un brillante estudiante japonés que verá cambiar radicalmente su vida cuando se encuentra en el suelo un misterioso cuaderno en cuya portada se lee DEATH NOTE (Cuaderno de muerte). El cuaderno permite matar a cualquier persona si se conoce su nombre y su rostro, por lo que Yagami decide usarlo para limpiar el mundo de maldad.

En algún lugar de Tailandia, Un virus creado por manos humanas hace la gente de una pequeña villa muera a causa de una horrible enfermedad en la piel (de hecho, se les derrite la piel). El virus rápidamente se convierte en el arma que todos quieren obtener en el mercado negro… pero hay un problema, el virus muta y el antídoto ya no funciona. La villa es destruida pero un pequeño niño escapa… Esta contagiado y logra huir a Tokio de una banda de Eco-Terroristas que quieren salvar al mundo usando el virus para acabar con la humanidad. En Tokio, L se promete a si mismo usar los días que le quedan de vida para proteger a este niño.

Secuela de "Llamada perdida". Kyoko (Mimura), profesora de jardín de infancia, disfruta de una cena en compañía de unas amigas en el restaurante donde trabaja su novio Naoto (Yu Yoshizawa) cuando, de repente, suena en el móvil una melodía que resulta escalofriantemente familiar. La melodía les trae el recuerdo de aquel suceso... el grito de terror de la propia voz presagiando la muerte... el inevitable fin. La maldición no ha terminado. Junto a Takako (Asaka Seto), una joven reportera que trata de dar con el origen de la maldición, se sumergirán en el abismo del horror e indagarán en el espantoso tormento sufrido por una niña. Antes de que sea demasiado tarde... (FILMAFFINITY)

Kaneko Teppei es un joven japonés normal y corriente. Trabaja a tiempo parcial, hace vida en Tokyo e intenta descubrir qué le espera en la vida. Finalmente, tras armarse de valor para ir a su primera entrevista de trabajo, es acusado por una joven colegiala de haberla manoseado en el metro. Él proclama su inocencia desesperadamente, pero a la policía sólo le interesa forzarle a hacer una confesión falsa, pagar una multa y cerrar rápidamente el caso. Antes de que se dé cuenta de lo que está pasando, su persistencia en afirmar su inocencia le sumirá en una odisea kafkiana de burocracia judicial.