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Ambientada en el caos de la China prerrevolucionaria, un ladrón de poca monta, Sing (Ste-phen Chow), aspira a ser uno de los crueles y sofisticados miembros de la Banda del Hacha cuyas actividades ilegales ensombrecen la ciudad. Sing intenta extorsionar a uno de los habitantes de un complejo de apartamentos llamado 'Pig Sty Alley', pero los vecinos no son lo que parecen. Sin pretenderlo, los cómicos intentos de intimidación de Sing atraen a la Banda del Hacha, desencadenando una serie de sucesos que enfrentan cara a cara los dos mundos tan diferentes. Mientras los habitantes de Pig Sty luchan por sus vidas, el choque de titanes de kung fu que sigue desentierra algunos maestros legendarios de artes marciales.

Cuando un joven monje se ve obligado a abandonar su monasterio empobrecido usa sus extraordinarias habilidades en las artes marciales para sobrevivir en el mundo exterior. En busca de un mentor, se cruza con un maestro de Kung Fu que está en posesión del Libro de los Secretos y le revela el arte perdido de la letal técnica del puño del mono. Pero el libro es codiciado por un siniestro padre y su hijo lo que hará que el monje se encuentre inmerso en una batalla mortal para proteger tanto el libro como a su maestro.

Ho Kam-An es un repartidor de comida del que todo el mundo se aprovecha dada su naturaleza desgraciada. Que es un pringado, vaya. Un día en uno de sus repartos una guapa chica le besa para sacarse de encima a un pretendiente pesado y Kam-An se enamora perdidamente, pero Lily, su chica, se lo deja claro: no soporta a los cobardes. Y Kam-An lo es. Así que Kam-An decide entrenarse en artes marciales -con un dudoso maestro- y demostrarle a Lily que puede ser el héroe que ella busca. Hasta que Kam-An salva a Lily de una situación embarazosa ocultándose bajo un disfraz de superhéroe... Pero, ¡oh, no! ¡Lily cree que su salvador es otro!

Un policía de Hong Kong es apartado del servicio tras fallar en una misión para atrapar a un asesino en serie de policías. Tiempo después, el asesino reaparece en Macao e intenta de nuevo seguir su pista.

El guardia imperial y sus tres amigos traidores de la infancia, ordenados para cazarlo, son enterrados accidentalmente y congelados en el tiempo. Pasan 400 años y ellos son descongelados continuando la batalla que dejaron atrás.