Las mejores películas de terror de Chuck Shamata

Jack es un adorable padre, que decide darle una sorpresa a su hijo por su sexto cumpleaños. Buscando una idea original encuentra un traje de payaso y se lo prueba pensando que causará sensación el día de la celebración. Pero lo que pensaba que sería el mejor día en la vida del pequeño pronto se convertirá en toda una pesadilla, cuando descubran que el traje está maldito y convierte en asesinos a sus portadores. Sin despojarse del disfraz, y con una sed de sangre inagotable y la incapacidad para distinguir sus propias emociones, la familia al completo deberá tomar peligrosas decisiones si quieren acabar con aquello. Para conseguir romper la maldición se enfrentarán a fuerzas intangibles que pondrán a prueba sus lazos y la confianza en ellos mismos. El miedo se apoderará de ellos según el poder de esa condena comience a aumentar, comenzando una carrera contrareloj o las ansias de matar se volverán permanentes.

237 personas en todo el mundo son "scanners", personas con unos increíbles poderes mentales. Darryl Revok es el más poderoso de los integrantes del grupo clandestino que ellos constituyen. Es el líder. Todos ellos poseen enormes poderes físicos con los que son capaces de controlar las mentes de los demás. Pueden provocar enormes dosis de dolor y sufrimiento en sus víctimas. El Doctor Paul Ruth descubre un scanner con más poderes que Revok y decidirá utilizarlo para acabar con el grupo.

Un rico dentista playboy invita a su novia modelo a pasar un fin de semana en su apartada casa de campo en Ontario, donde serán atacados por una banda de locos maleantes.

La trama se desarrolla en una ciudad que se ve aterrorizada por un criminal desconocido, el cual merodea en la oscuridad buscando a sus víctimas. Su afición es selectiva, él solamente se dedica a asesinar prostitutas, siendo el más curioso aspecto de su crimen el de fotografiar siempre a las víctimas en el momento justo de la muerte, con una cámara fotográfica que lleva montada sobre un rifle. La policía recibe puntualmente los macabros reportajes, sin poder descubrir al culpable, quien continúa su mortal actividad, asesinato tras asesinato.