Las mejores películas de Juan Orol
Juan Rogelio García García conocido artísticamente como Juan Orol (Lalín, Galicia, España; 4 de agosto de 1897 – Ciudad de México; 26 de mayo de 1988), fue un actor, guionista, productor y director de cine mexicano de origen español. Fue conocido como el Rey del cine negro mexicano o cine de gángsters Se le conoce también como el surrealista involuntario. Pionero de la industria fílmica sonora mexicana y uno de los principales promotores del llamado Cine de rumberas de la Época de Oro del cine mexicano. De melodramas familiares a cintas de rumberas y gánsters, el universo fílmico de Orol es surrealista y en cierto sentido lleno de fallas; por eso sus películas han sido calificadas como Cine de culto. Eso le ha dado a sus películas un lugar relevante en la cinematografía mexicana.
Organización criminal
El sindicato del crimen
Plazos traicioneros
El infierno de los pobres
5,4/10
Eterna mártir
El fantástico mundo de los hippies
El jefe del FBI explica que los hippies eran buenos, pero que se han degenerado al pintarrajearse sicodélicamente, drogarse y al hacerse adictos al amor libre. El agente secreto Frank investiga a un tal Sandy cuya hija a desaparecido, al parecer por culpa de los hippies.
Hombres sin alma
Perdición de mujeres
3,3/10
Adriana del Rio, actriz
5,8/10
Una joven cede a los deseos de varios empresarios con tal de triunfar como actriz y termina fichando en un cabaret.
Ni modo... así somos
4,5/10
Cabaret Shanghai
Bajo la influencia del miedo
3,2/10
Siboney
Contrabandistas del Caribe
Bajo el manto de la noche
La vedette Miriam no corresponde a su pretendiente Carlos porque su hija Margot, a quien hace pasar como su hermana, está enamorada de él.
México de noche
5,5/10
Dos pandillas callejeras se disputan la primacia, lo cual les dará control del contrabando de drogas y joyas robadas.
Los misterios del hampa
6,6/10
Historia de un gángster
Gángsters contra charros
5,9/10
El gángster Johnny Carmenta se tiene que enfrentar a Pancho Domínguez, el charro del arrabal, quien ha impuesto su ley en la ciudad. La rumbera Rosa transita del gángster al charro, encendiendo la ya de por sí enconada rivalidad entre ambos.
El derecho y el deber
