En 1870, en una ciudad rusa, un grupo de jóvenes revolucionarios anarquistas se proponen derribar el régimen zarista por medio de la violencia. Sus atentados crean un clima de psicosis y de desconfianza mutua entre la población. Pero, en realidad, tanto revolucionarios como represores están siendo manipulados por un diabólico individuo que se sirve de la violencia para satisfacer sus venganzas personales.