Las mejores películas de drama de Michaela Watkins

Una antigua estrella del baloncesto caída en desgracia y sumido en el terrible mundo de las adicciones trata de volver al sendero correcto como entrenador de un equipo de instituto cuya mayor peculiaridad es estar compuesto por un variopinto grupo de estudiantes.

La historia gira en torno a Rachel, un ama de casa con una vida muy monótona y aburrida, que cansada de la conformidad decide probar cosas nuevas. En un intento por dar un giro radical, se propone llenar de matices nuevos y experiencias diferentes su ordinaria y simple existencia. Un drama con toques de comedia sobre la superación y la necesidad de cambios, en la búsqueda de una mujer por reinventarse y explorar sus propios límites intentando encontrar el camino completo que le haga sentir viva.

A lo largo de su vida, James ha crecido con la compañía del único programa que aparece en su televisor: “Brigsby Bear”. Sus padres no le dejan salir del sótano de la casa, así que las aventuras del oso son su único contacto con el mundo. James está obsesionado con el programa. Cuando las cosas canvian repentinamente en su vida y se da cuenta de que no podrá continuar viendo el programa, decide empezar una aventura él mismo para encontrar el final de la historia.

Tres personas dispares que están aprendiendo a enfrentarse a un mundo difícil y a menudo confuso a medida que luchan juntos contra un demonio común: la adicción al sexo.

Eva, madre divorciada y masajista a domicilio, se enfrenta a la inminente marcha de su hija a la universidad. En una fiesta conoce a Albert –dulce, divertido y también con síndrome del nido vacío– y y a Marianne, una poetisa que se convierte en su amiga.

Sebastian (Asa Butterfield) es un adolescente de 16 años que vive en una cúpula geodésica, educado por su abuela Josephine (Ellen Burstyn) tras la muerte de sus padres. La casa retro-futurista donde viven no es un hogar cualquiera, sino también un lugar turístico y de aprendizaje que, promueve la filosofía del visionario arquitecto que ideó la infraestructura de la variopinta edificación, el abuelo de Sebastian. Un día acudirán a esta variopinta casa un grupo de jóvenes del pueblo más cercano. Será entonces cuando Sebastian conozca a Jared (Alex Wolff) y su vida de un giro de 360 grados. El joven adolescente descubrirá que hay más vida fuera de la cúpula en la que vive con su abuela y comenzará a sentirse atraído por Meredith (Maude Apatow), la hermana de Jared. El punk, la rebeldía y la euforia se apoderarán de Sebastian como nunca antes.

Brittany (Jillian Bell) es una agradable y divertida chica de 27 años de Nueva York con un desastre de vida. Suele salir todas las noches de fiesta y llega siempre tarde al trabajo. Pero un día recibe una mala noticia por parte de su médico después de someterse a unos análisis: tiene tensión alta, una presión sanguínea muy elevada y, lo que es aún peor, obesidad. Dispuesta a hacer todo lo posible por enmendar esta situación, Britanny se pone como meta correr la maratón de Nueva York. Parece que finalmente ha encontrado la dirección correcta... Pero, ¿es también el camino correcto?

Una pareja acude a Judy Small, una consejera matrimonial, para solucionar sus problemas conyugales. Sin embargo, Small es mucho más de lo que aparenta ser a primera vista

Cuando Cynthia y Mary (Jillian Bell y Michaela Watkins) acuden a recoger la herencia de la abuela difunta de Cynthia, el objeto que encuentran es una espada antigua que al parecer es la única prueba física que existe de que el Sur ganó la Guerra Civil. Ambas deciden tratan de empeñar la espada en una tienda local regentada por un excéntrico vendedor (Marc Maron) y por su hijo Nathaniel (Jon Bass). Cuando descubren que el objeto es una auténtica reliquia que puede ser vendida en el mercado negro, las dos parejas se ponen manos a la obra para encontrar al mejor postor.