Las mejores comedias de Art Hindle

De nuevo, los más disparatados del volante se dan cita en la loca e ilegal carrera de Cannonball. El comisario Spiro T. Edsel detiene a todos los conductores oficiales para suspender la carrera y evitar accidentes. Los organizadores sin embargo no están dispuestos a renunciar a la carrera más emocionantes del año, así que se ven obligados a contratar conductores primerizos. A lo largo del accidentado ?rally? se suceden las más increíbles aventuras. Un conductor gordo y tímido se enamora de una rubia despampanante que se le asigna como copiloto. Un avión de pasajeros confunde la pista 8 y circula como un bólido entre los coches... entre tanto, el comisario persigue a los participantes dispuesto a acabar con todos, con la carrera y con los Estados Unidos, si es preciso.

En Florida, durante la década de los cincuenta, un grupo de pícaros adolescentes que van juntos a la escuela descubren el sexo y el amor. Para dar rienda suelta a sus necesidades intentan entrar en Porky's, un local de alterne, pero, al negarles la entrada el dueño del establecimiento, conciben todo tipo de gamberradas contra él. A partir de entonces le harán la vida imposible con tal de lograr tener acceso a las chicas.

Despúes de vengarse del dueño de Porky's, los gamberros muchachos, estudiantes del instituto Angel Beach de Florida, continúan buscando, infructuosamente, a la mujer que les haga perder su, ya demasiada prolongada, virginidad. Mientras la encuentran, deciden poner en marcha una representación de Shakespeare en el teatro de la escuela. A este proyecto se opone el reverendo Bubba, que considera la obra como obscena y una basura, sobre todo cuando se entera de que un indio va a interpretar el papel de Romeo.

Ocho monstruos clásicos se pelean a muerte en un torneo que tiene lugar en un cementerio abandonado.

El aprendiz de abogado Robin Weathers convierte un juicio civil en una charada de primera plana. Robin deberá replantearse sus escrúpulos para lograr ascender en el bufete para la que trabaja, y pasará a defender a un profesor de universidad que aparentemente es culpable de asesinato.

Seth y Gina son amigos desde hace ya 13 años... pero sólo se conocen “virtualmente” por internet. En todos los años que han estado en contacto, las fotos que ha recibido Gina, en realidad son de un amigo de Seth. Y el rostro que Seth ve en las fotos que tiene son de una amiga de Gina. En definitiva grandes amigos gracias a la tecnología pero pequeños mentirosos on-line. Cuando Seth debe viajar a Boston junto a un amigo, los dos se dan cuenta que el momento de encontrarse cara a cara no puede dilatarse más. Motivados por una gran ansiedad ambos terminan convenciendo a sus amigos para que se hagan pasar por ellos. Pero pronto descubrirán que de la amistad virtual al amor real hay unas cuantas teclas de honestidad de diferencia